Enero era descontrol. Enero era la emoción. Enero era como un remolino que arrasaba con todo lo que estaba a su paso. . . . Septiembre era la calma. Septiembre era la paciencia. Septiembre era la prudencia y la cordura. ¡Que gran diferencia entre Enero y Septiembre!
No se trata de Entender. No se trata de No Hablar. No se trata de Olvidar. Se trata de Dejar de Soñar. Se trata de Dejar Morir la I lusión. Se trata de Dejar ir.
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